martes, 20 de enero de 2015

UNIDAD 10 – EL ESTILO MODERNO EN LA MÚSICA INSTRUMENTAL BARROCA

Retrato de músicos [1687], de Anton Domenico GabbianiLa invención del bajo continuo y el desarrollo de la ópera ejercerán una enorme influencia en el desarrollo de las formas instrumentales a lo largo de la era barroca. En el ámbito solista, el bajo continuopermitirá el desarrollo de un repertorio más rico y variado que el permitido por el antiguo sistema consistente en glosar obras polifónicas o improvisar sobre un cantus firmus, sin por ello mermar la libertad del intérprete en términos de ornamentación y/o improvisación. La sonata cumplirá un papel troncal en un ámbito liderado por los violinistas italianos, que extenderán el nuevo género por Europa.
La dependencia de la música instrumental con respecto a la ópera durante la época barroca no se limitará a los aspectos técnicos, pues toda una estética “de los afectos” la ligará a la corriente retórica encarnada por la ópera. Así, la música deberá ser capaz de recrear cada una de las pasiones (afecciones) del alma: el amor, la ira, la piedad, etc. La estética de los afectos ligará de forma invisible con el mundo de la ópera incluso la música instrumental que, por sus propias características, no requiere el uso del bajo continuo. Es el caso de la música solista para tecla o cuerda pulsada, que también repasaremos en esta unidad.
Por otro lado, hemos visto también el papel desempeñado por la ópera -en especial la tragedia lírica francesa- en el nacimiento y configuración de la orquesta, y también hemos sabido de la pervivencia durante todo el Barroco del denominado “estilo antiguo“, sin embargo, postergaremos el estudio de la música instrumental ligada a estos dos ámbitos a las siguientes unidades.

El “redescubrimiento” de la música barroca

La música instrumental barroca -sus instrumentos, sus obras y su tradición interpretativa- fue olvidándose desde la segunda mitad del siglo XVIII, según irrumpieron nuevos estilos musicales que impusieron nuevos gustos y arquetipos sonoros. Pese a que la musicología alemana del siglo XIX comenzó la exhumación bibliográfica de este repertorio -especialmente el de Bach y el de Händel-, el proceso de restauración de este repertorio en las salas de concierto ha sido mucho más lento. Durante la mayor parte del siglo XX esta música ha permanecido en las bibliotecas de los especialistas mientras las pocas obras interpretadas lo hacían con instrumentos y criterios interpretativos “románticos”, con una sonoridad pesada y nulo espacio para la improvisación.
A partir de los años 1970 comenzó a hacerse un hueco en la escena concertística y discográfica lainterpretación según criterios “históricos”, impulsada por músicos que quisieron recuperar no solo el repertorio desconocido sino también los instrumentos y los criterios estilísticos de cada época, recuperando incluso prácticas como la de la improvisación. Hacia 1990 la escuela historicista estaba plenamente consolidada en el mundo de la música clásica, extendiendo su influencia en la interpretación de músicas más recientes -Clasicismo y Romanticismo- así como revolucionando las programaciones de teatros de ópera y salas de concierto, que incluyen más variedad y cantidad de música barroca.
Arcangelo Corelli – Sonata para violín y bajo continuo op.5 nº1 [ca.1700] interpretada por Arthur Grumiaux en 1975 y por Stefano Montanari en 2005. La comparación de estas dos versiones pone de relieve las enormes diferencias de la interpretación “romántica” e “historicista” de la música solista barroca, desde el sonido del violín, la elección de los instrumentos para el bajo continuo, el fraseo, el concepto rítmico o el rol jugado por la improvisación (ver partitura).


Johann Sebastian Bach – Obertura de la Suite para orquesta nº1 BWV 1066 [ca.1720] dirigida por Karl Richter en 1960 y por Jordi Savall en 2003. Otro ejemplo de los arquetipos “romántico” e “historicista” aplicado a la interpretación barroca, en este caso orquestal. Frente a la masividad y la rigidez rítmica de la primera versión se contrapone la transparencia y el rubato “francés” de la segunda, protagonizado por una agrupación notablemente más reducida.


La sonata barroca

El violagambista francés Marin Marais.
El violagambista francés Marin Marais.
El término sonata es empleado en el Barroco italiano para referirse de forma genérica a unacomposición instrumental a varias partes con bajo continuo, para distinguirla por un lado de la “cantata” (composición vocal en estilo moderno, con exclusión de la ópera) y por otro de la “toccata”, composición para un instrumento polifónico, principalmente para tecla.
La sonata tiene su origen en la música instrumental veneciana de principios del siglo XVII y está concebida aún de forma polifónica, con entre cuatro y ocho partes no asignadas a instrumentos específicos. La adecuación del bajo continuo al género solista (permite una gran libertad al intérprete) unido al perfeccionamiento técnico de los instrumentos (especialmente del violín) y al desarrollo de la técnica instrumental por parte de los virtuosos, propiciará la extinción de las sonatas a más de tres partes en favor de la sonata solista (solista más bajo continuo) y de la triosonata (dos solistas más bajo continuo), géneros más adecuados a la exhibición de las facultades de los compositores-instrumentistas.
En paralelo a lo ocurrido en el ámbito operístico, Italia se convertirá en los siglos XVII y XVIII en el granero de violinistas que -provistos con instrumentos de legendarios constructores comoAmatiStradivarius o Guarneri- conquistarán toda Europa. Análogamente, el proteccionismo cultural impuesto en Francia por Luis XIV y Jean-Baptiste Lully promoverá el desarrollo de una tradición propia que tendrá en la viola da gamba su instrumento rey.

La sonata a dos y a tres partes

Dario Castello – Sonata para dos violines y bajo continuo en estilo moderno nº4 [1629]. Esta sonata para dos violines y bajo continuo conserva aún algunas características heredadas de la polifonía renacentista, como los diálogos imitativos entre los dos violines al principio de la obra o la forma secuencial, compuesta por la sucesión de breves secciones contrastantes lentas y rápidas. Junto a ello, la incorporación del bajo continuo, la escritura a tres partes, el virtuosismo de las partes violinísticas o la repetición de secuencias armónicas se inscribe plenamente en el Barroco.

Marco Uccellini – La Bergamasca [1642]. Esta otra obra virtuosística para dos violines y bajo continuo está basada en una danza rústica de origen renacentista conocida como “bergamasca” caracterizada por una rueda de acordes extremadamente simple. El tema musical es expuesto por los violines en las cuatro ruedas de acordes y posteriormente es sometido a diversas variaciones vistuosísticas entre ambos. En algunas variaciones intermedias, el tema principal es retomado por uno de los instrumentos mientras el otro continua con las variaciones (descargar partitura)

Heinrich Ignaz Biber – Sonatas del Rosario, nº12 “Ascensión” [ca.1676]. El austriaco H. I. Biber fue un gran innovador de la técnica del violín, a la que incorporó técnicas como las dobles y triples cuerdas así como la scordatura. Por esta técnica se entiende la utilización de afinaciones no estandarizadas para las cuerdas del violín, de modo que ofrezcan colores y posibilidades técnicas específicas. Esta sonata, afinada en C-E-G-C (en lugar de la habitual afinación por quintas G-D-A-E) es una buena muestra de ello.

Antoine Forqueray – Suite nº1 en Re menor para viola de gamba y bajo continuo – nº6 “La Couperin” [ca.1720]. Forqueray es, junto con Marin Marais, el compositor-intérprete más afamado de música para viola da gamba. Su obra no fue escrita en vida sino que fue transcrita y publicada póstumamente por su hijo Jean-Baptiste. Consiste en cinco suites de danzas con títulos alusivos a la naturaleza de sus afectos o al carácter de sus dedicatarios, en este caso, François Couperin “El Grande” (descargar partitura).

Dario Castello – Libro primero de sonatas en estilo moderno. Sonata IV para dos instrumentos solistas y bajo continuo [1621]. Interpretada en esta versión con violín, trombón y bajo continuo, esta sonata virtuosística ilustra una gran semejanza de estilo con la ópera veneciana. La obra está compuesta por la sucesión de breves secciones en distintos compases, velocidades y caracteres: La primera [00:00], animada y fugada, la segunda [00:46], serena y lírica, la tercera [01:37], en ritmo ternario de danza, una cuarta [02:06] similar a un expresivo recitativo amoroso distribuido en dos solos para terminar [03:32] de nuevo con un ritmo de danza.

Philipp Friedrich Böddecker – Sonata para fagot sobre La Monica [1651]. Este conjunto de variaciones virtuosísticas para fagot y bajo continuo está basado en la canción popular “La Monica“, que cuenta la historia de una chica de 15 años que es ingresada en un convento y se lamenta por ser monja tan joven, y que fue conocida en varios países de Europa (incluidos Francia, Italia, Alemania e Inglaterra) durante los siglos XVI y XVII (descargar partitura).

Arcangelo Corelli – Sonata para violín y bajo continuo op.5 nº12 “Follia” [1700]. Las Sonatas para violín y bajo continuo opus 5 de Corelli son una de las colecciones más influyentes de la historia del violín. Las seis primeras se acogen al subgénero “da chiesa“, aptas para el uso en las ceremonias religiosas y herederas lejanas del modelo de sonata del tipo Dario Castello, mientras las seis últimas se acogen al género “da camera“, basado en las formas binarias de danza barrocas. La duodécima de las sonatas consiste en una imponente serie de 22 variaciones sobreLa folía, célebre danza ternaria semejante a la Zarabanda pero basada en una rueda de acordes. Para escuchar la sonata completa deberás escuchar las pistas que siguen a la aquí enlazada (descargar partitura).

Antoine Forqueray – Suite para viola de gamba y bajo continuo en Do menor – III. La Montigni[ca.1720]. Esta pieza integrada en una suite de danzas, exhibe la forma de rondeau tan apreciada por los músicos barrocos franceses (descargar partitura).

Marin Marais – Sonnerie de St. Geneviève du Mont-de-Paris [ca.1723]. Esta pieza para violín, viola da gamba y bajo continuo está basada en un brevísimo ostinato de tres notas que representa el sonido de las campanas de [la ¿iglesia? de] Santa Genoveva du Mont-de-Paris. Pese a las apariencias, se trata de una obra muy exigente para la parte de viola da gamba, que exhibe numerosos recursos técnicos, y no para el violín (descargar partitura).

La música barroca para tecla y el estilo galante

Lección de música [ca.1665] de Jan Steen.
Lección de música [ca.1665] de Jan Steen.
La música barroca para tecla permaneció en gran medida apegada a la tradición contrapuntística e imitativa característica del estilo antiguo. Solo en un periodo relativamente tardío se desarrolló un lenguaje plenamente idiomático para el clavicembalo o clavecín, instrumento de tecla que alcanzó una notable difusión como instrumento doméstico.
El género que más contribuyó al desarrollo de la escritura para tecla fue la música de danza, como el rondeau, el pasacalle o, más aún, las formas características de la suite: la Allemandealemana, la Courante francesa, Zarabanda española y Giga inglesa, entre otras muchas. Todas estas danzas se distinguen por el ritmo característico de cada una de ellas, pero comparten la estructura binaria, compuesta por dos secciones repetidas según el esquema A A B B, y en el que la sección B, habitualmente más extensa y temáticamente semejante a A, retorna a la tonalidad inicial de A tras visitar una o varias tonalidades vecinas.
La música barroca para tecla basada en las formas binarias de danza conformará el núcleo del denominado estilo galante, estilo de transición al Clasicismo que encontrará en Francia su ejemplo más característico en las galanteries, piezas que conservan la estructura de danza binaria pero reciben denominaciones caprichosas, acorde con el carácter de la pieza. Fuera de Francia,Domenico Scarlatti denominará “sonatas” a sus obras para tecla, igualmente basadas en la forma binaria de danza, pavimentando el terreno a la forma de sonata del Clasicismo.

Louis Couperin – Passacaille en Do mayor[ca.1670]. Louis Couperin es el mayor de una insigne familia de músicos franceses y es considerado el “padre” de la escuela clavecinística francesa. Su música exhibe la densa ornamentación y el refinamiento armónico característico del estilo francés. Este pasacalle está estructurado en un grand couplet que se repite a modo de rondeau o estribillo alternando con otros diez couplets, basados todos ellos en el mismo bajo de chacona (descargar partitura).

François Couperin – Segundo Libro de Piezas para Clavecín – Les barricades mystérieuses[1717]. François Couperin, apodado “El Grande” fue el miembro más influyente de la familia Couperin. Artífice e ingente productor degalanteries, se trata de un compositor clave en el desarrollo del estilo instrumental del barroco francés. “Las barricadas misteriosas” es una obra paradigmática de un estilo homofónico (basado en la armonía y la textura) alejado de la polifonía y el contrapunto. Formalmente está estructurado como un rondeau, en el que un estribillo orondeau alterna con varias estrofas ocouplets (descargar partitura).

Domenico Scarlatti – Sonata en Si menor K.27[1739]. Domenico Scarlatti fue un compositor italiano afincado en España que alcanzó proyección internacional gracias a la publicación en Londres de sus sonatas para clavecín. Su estilo refleja a menudo rasgos del folclore español (cadencia andaluza) y utiliza las texturas como si de un material temático se tratase, como ocurre con el repetitivamente hipnótico tema basado en los arpegios y el cruce de manos de esta sonata (descargar partitura).

Jean-Philippe RameauPiezas para clavecín en concierto – La Forqueray [1741]. Esta pieza de música de cámara para clavecín y dos instrumentos agudos adapta al estilo galante uno de los géneros paradigmáticos del estilo antiguo -la fuga- gracias a una realización liviana y llena de encanto. Estas piezas se apartan del estilo barroco además por el hecho de renunciar al bajo continuo y, en su lugar, presentar una escritura completa de la parte correspondiente al clavecín (descargar partitura).

Jean-Philippe Rameau – Nuevas suites de clavecín – Les sauvages [1728]. Rameau fue un gran innovador de la música de clavecín aunque no publicó muchas obras para el instrumento. La música de este rondeau sería incluida posteriormente en su Ópera-ballet Las indias galantes de 1736 (descargar partitura).

Domenico Scarlatti – Sonata en Si menor K.27 [1739]. Esta sonata refleja algunos rasgos del folclore español (cadencia andaluza) y utiliza las texturas como si de un material temático se tratase, como ocurre con el repetitivamente hipnótico tema basado en los arpegios y el cruce de manos de esta sonata, adelantando así uno de los rasgos característicos del estilo clásico (descargar partitura).

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